El Trastorno Bipolar es una enfermedad psiquiátrica que consiste en la alteración cíclica y recurrente del estado del ánimo, entre episodios de depresión, de manía y mixtos.
Existe una prevalencia a lo largo de la vida de: 1,6% para TB tipo I, y 0,5% para TB tipo II. La prevalencia de TB en personas mayores de 65 años que se encuentran en la comunidad se estima en el 0,1% y el 1%.
Existe prevalencia similar en ambos sexos. Con respecto a los antecedentes familiares, niños cuyos padres son portadores de TB tienen una probabilidad mayor de desarrollar trastornos psiquiátricos.
Etiología
Factor endógeno o constitucional .
Factor hereditario: es de tipo autosómico dominante, con una tasa de morbilidad en padres, hermanos, hermanas e hijos de los pacientes maníaco-depresivos que alcanza el 15%.
Factor biológico: se han valorado hipótesis bioquímicas, catecolamínicas o indolamínicas.
Factor tóxico: son desencadenantes: alcohol, el hachís, cocaína, anfetaminas, entre otros.
Factores hormonales: relacionados con patologías de tiroides, hipófisis, gónadas y corteza suprarrenal.
Factor psicológico: shocks emocionales, problemáticas psicológicas profundas.
Factores socioculturales
Pronóstico
El pronóstico depende de la frecuencia con que aparezcan los episodios depresivos y maníacos, ya que sus reiteraciones repercuten
negativamente en el destino psiquiátrico del paciente.
Tratamiento
La meta del tratamiento es dar una respuesta adecuada a ambas fases de la enfermedad (manía y depresión), prevenir la frecuencia y
mejorar la calidad de vida entre episodios. El manejo psicofarmacológico es condición fundamental, acompañado de intervenciones psicoterapéuticas individuales y del grupo familiar , la Psicoeducación que implica que tanto el paciente como su familia conozca acerca de acerca de la enfermedad (características, factores de riesgo, niveles de estrés , desencadenantes de episodios, importancia del mantenimiento del tratamiento farmacológico).Las intervenciones psicosociales estructuradas se han validado como un medio efectivo al contribuir con la adherencia al tratamiento y prevenir recaídas. Hay claras evidencias de que los pacientes que reciben Psicofármacos y Psicoeducación, tienen mejor evolución y pronóstico